Tras una fantástica y sorprendente temporada en 2009 donde BrawnGP y Jenson Button lograron el título, el equipo fue adquirido por Mercedes. Su fichaje estrella de la temporada, toda una leyenda de la Fórmula 1, el heptacampeón Michael Schumacher, quien formaría pareja con un joven Nico Rosberg.
El arranque en 2010 estuvo en la línea de lo que se esperaba, un equipo bastante nuevo donde las cosas tenían que ir engrasándose poco a poco. Cuatro de los ingenieros que estaban en aquel momento en el equipo han relatado sus impresiones sobre aquellos años junto al campeón alemán.
El último episodio del podcast Beyound The Grid, disponible en Spotify y Apple Podcasts, reunió al ingeniero jefe Simon Cole, al director de ingeniería en pista Andrew Showlin, al jefe de estrategia James Vowles y al director deportivo Ron Meadows.
Hasta 2012 no lograron ponerse ponerse a nivel de competir en lo más alto, algo que angustiaba al personal de Mercedes por no darle un monoplaza competitivo a Michael Schumacher, sobre todo porque el heptacampeón se dejaba el alma para ayudar al equipo.
El punto agridulce se produjo en el Gran Premio de Mónaco de 2012, Schumacher sacó una vuelta increíble en el trazado urbano volando para hacerse con el mejor tiempo de la sesión. Sin embargo no pudo salir desde la pole, una penalización de cinco posiciones de la carrera anterior le dejó en la sexta posición y sin opciones de luchar por la victoria.
«Creo que fue una de las mejores vueltas que probablemente haya hecho en su vida», dijo James Vowles. «Yo estaba realmente desconsolado por él, porque es un tipo que todos queríamos y poníamos todo para que él ganara una carrera, francamente se lo merecía».
«Puso tanto esfuerzo en el equipo y aportó tanto al equipo que fue como una venganza para él que esa fuese su oportunidad en todo el año. Me rompió el corazón el hecho de que en esa carrera fuese donde tenía que perder posiciones. Lo sentí por él, todavía lo siento ahora, no obtuvo todos los resultados que se merecía dado todo lo que estaba aportando al equipo».
Relacionado: Siete años sin noticias de Schumacher
El directo deportivo, Ron Meadows, agregó: «Dado cómo nos ayudó a mejorar, creo que ciertamente lo que más lamento fue no ver a Michael ganar una carrera con nosotros, porque era un piloto de un nivel diferente».
«Realmente creo que todos queríamos que ganara. No sucedió. Y un par de años después no dejábamos de ganar y él se merece algo de eso porque es parte de la razón por la que ganamos hoy, mucho se debe a él porque nos hizo mejores», añadió Meadows.
Quizás uno de los condicionantes más grandes fue el factor tiempo, Schumacher tenía 43 años en su última temporada en 2012 con Mercedes, con un par de años menos hubiese podido ganar carreras y luchar por una octava corona.
«Tenía deficiencias en cuanto a cómo podía pilotar el monoplaza en comparación con Nico, pero era muy consciente de eso y trataba de mejorar en esas áreas. Ojalá hubiera ganado una carrera, porque un año más habría sido fantástico para él», afirmó Vowles.
Su retirada de la F1 sin haber podido ganar una carrera fue duro para muchos de sus seguidores, pero Michael era consciente de que el factor edad estaba ahí. Ya había sido todo un logro haber podido regresar tras tres años alejado de los circuitos y con un equipo donde quedaba mucho por hacer.
Cuando ahora se echa la vista atrás, está claro que su contribución a Mercedes está fuera de toda duda. Ese equipo que no pudo darle un coche más competitivo a uno de los mejores pilotos de la historia de la F1, se ha convertido en el gran dominador de la era turbo híbrida con siete títulos consecutivos.
Leer más: Michael Schumacher, leyenda de la F1