El último de los escándalos en los que se está viendo implicada la F1, el asunto de los sobornos juzgado en Alemania, podría costarle a Mercedes la participación en la categoría, los estrictos estatutos que rigen al fabricante de automóviles alemán le impiden tolerar prácticas corruptas entre sus socios.
Mercedes, que adquirió el equipo de F1 con base en Brackley y es también uno de los importantes proveedores de motores de la categoría, está siguiendo con especial atención el juicio del banquero Gerhard Gribkowsky, según informa el diario económico Handelsblatt.
La noticia añade que este asunto, y en particular la implicación del jefe de la F1 Bernie Ecclestone, tendría «graves consecuencias» para la participación de Mercedes en este campeonato.
Altos ejecutivos de Daimler se mostraban preocupados por la continuidad, en el caso de que se llegase a demostrar la corrupción, de Mercedes, puesto que tendría que ser rechazado por los estrictos estatutos de la marca de Stuttgart contra la corrupción.
Según se puede leer en los estatus de Daimler, «no se toleran las prácticas inmorales o corruptas de sus empleados o socios de negocio».
Laurenz Schmitt, un abogado corporativo de Linklaters en Munich, confirmó que «los pagos de soborno realizados por Ecclestone (como apunta Gribkowsky en su declaración) estarían incluidos en este apartado».
Otro experto en derecho apoya esta valoración: «Si Ecclestone, es finalmente condenado por soborno, Daimler tendría que retirarse de la F1».
Un portavoz de Mercedes dijo al diario Bild: «Por el momento se han preparado los alegatos iniciales con relación al caso y ahora se espera una clarificación por parte de las autoridades».
Y con esto aparece un nuevo perjudicado por este caso, siempre que el patrón de la F1 termine implicado aunque por el momento nada respalda la acusación de Gribkowsky en el juicio que se celebra contra él en Munich.