Una nueva temporada está a punto de dar inicio, como en la mayoría de los últimos años, el Gran Premio de Australia hará los honores de iniciar una temporada que servirá de antesala de los cambios de 2017. Para el próximo año se reservan los cambios más importantes, pero este 2016 tiene algunas novedades: nuevo sistema de clasificación para los sábados, cambios en los neumáticos y mejora del sonido de los monoplazas.
El nuevo sistema de clasificación establece la eliminación de los coches mas lentos en las tres rondas, dejando sólo dos coches en pista al final para luchar por la pole. Así en nuevo formato tendrá una Q1 de 16 minutos, a partir del minuto 7 se eliminará el más lento y cada minuto y medio.
La Q2 tendrá una duración de 15 minutos y se empezarán a eliminar coches desde el minuto 6. De nuevo cada minuto y medio caerá el mas lento hasta dejar sólo 8 pilotos que entrarán en la última ronda. Para la Q3 quedarán 14 minutos, a los 5 minutos se irán eliminando pilotos cada 90 segundos, así dos pilotos tendrán los últimos 90 segundos para luchar por la primera posición de la parrilla de salida.
Los neumáticos tendrán un nuevo compuesto ultrablando que se unirá a los que ya ponía en pista Pirelli: superblando, blando, medio y duro. Así esta temporada los pilotos contarán con tres tipos en cada carrera, en Australia se iniciará con medios, blandos y superblandos.
Cada piloto dispondrá de 13 juegos de neumáticos y cada piloto tiene libre disposición de que cuantos de cada tipo quiere disponer el fin de semana. Dos de los compuestos son elegidos por Pirelli para la carrera, el tercero se reserva para la Q3 y fuera de ahí cada piloto decide que quiere usar en pista.
La otra gran diferencia con respecto al año pasado estará en el sonido que se oirá en pista, los escapes han sido modificados para tener una válvula de descarga. Esto incrementará el sonido de los monoplazas, pero no tiene un impacto relevante en la potencia o las emisiones de gases.
También se han suavizado las restricciones en el desarrollo de motores, así Renault y Honda tendrán más opciones de acercarse a los motores más potentes de la parrilla, aunque parece difícil que alguno de ellos pueda rendir al mismo nivel que Mercedes o Ferrari.