El dirigente británico Max Mosley comenzó a reunir importantes respaldos a su intención de volver a presentarse en octubre como candidato a la presidencia de la FIA, pese al reciente acuerdo alcanzado con los equipos de la Fórmula 1 en el que descartó una eventual reelección.
En favor de Mosley se pronunció Carlos Gracia, presidente de la Real Federación Española del Automóvil y decano de los máximos dirigentes europeos, ya que está en esas funciones desde hace 24 años, tras ser reconfirmado en noviembre.
En declaraciones a la emisora Onda Cero, Gracia fue muy duro con Luca Cordero di Montezemolo, líder de las escuderías «rebeldes»: «La semana pasada, después del acuerdo alcanzado con los equipos, tuvo palabras muy desgraciadas y le faltó el respeto a la FIA y al Consejo Mundial», acusó.
Según el dirigente español, Mosley «había quedado malherido» con el pacto sellado, pero con sus declaraciones Montezemolo, quien acusó al dirigente inglés de «dictador», «hizo lo peor que se le podía ocurrir», o sea que «lo reanimó y lo devolvió a la vida».
Gracia, quien no excluyó presentarse como candidato a la presidencia de la FIA en el caso de que Mosley no lo haga, aseguró que «no defenderá hasta la muerte» al dirigente inglés, pero que sí lo hará con las instituciones que rigen a este deporte y a las que hay que preservar y respetar».
Por último, restó toda credibilidad a la versión que circula sobre el apoyo de Mosley a Jean Todt, ex jefe de Ferrari, como su sucesor al frente de la FIA: «Todos sabemos de dónde viene y a quien representa. Sólo si se hubiese vuelto más loco todavía podría apoyar su candidatura», concluyó.
Es notoria la buena relación que Gracia tiene con Mosley, quien el domingo amenazó: «Después de 16 años querría realmente dar un paso atrás, pero no lo haré si sigue el conflicto con los equipos, pues no soy uno que abandona una batalla en curso».