Nelsinho Piquet ha admitido que su futuro en la Fórmula 1 está muy complicado después de denunciar el escándalo de Renault, que acabó con la expulsión de Flavio Briatore.
«Soy conciente de que después de esto, todo será difícil. Alguna gente tendrá miedo de que pueda volver a suceder lo mismo. Pero pasó una vez y aprendí de eso», dijo Piquet a la prensa inglesa.
El brasileño estrelló su coche contra el muro en el Gran Premio de Singapur del año pasado, por orden del equipo y para favorecer a Fernando Alonso, una trampa que vió la luz pública cuando él mismo lo denunció, tras ser despedido de Renault.
«Si no puedo encontrar un lugar en la Fórmula 1, quizás me vaya a Estados Unidos durante un año y trataré de conseguir un buen empleo, hasta que las cosas se calmen un poco», admitió.
Piquet fue duramente criticado por otros pilotos de la Fórmula 1, básicamente por denunciar una irregularidad que aceptó hacer y que ocultó durante meses, hasta que lo despidieron.
«Es como en la vida, si uno va a la policía y confiesa un homicidio termina preso. No puede haber atenuantes, él no pagó por lo que hizo», dijo Robert Kubica.
Es bien cierto que no todo está en los genes, Nelsinho ni se ha acercado nunca a lo que su padre ha demostrado en las pistas. Simplemente ha hecho valer su apellido para obtener un volante.
En la fórmula 1 y en cualquier otra categoría respetable, a menos que su padre, compre un equipo para subirlo como piloto… el estigma de su bochornoso y execrable comportamiento, lo perseguirá de por vida y alcanzará al prestigio bien ganado por su padre en las pistas.
Nadie quiere tener tratos o relaciones contractuales, con traidores sin pudor como Nelsinho Piquet.