A nadie pueden resultarle extrañas las quejas que sobre los neumáticos Pirelli se han vertido este año, sobre todo por la notoriamente pequeña ventana de trabajo, algo que, según parece, podría haberse evitado si el fabricante italiano contase con un coche con las especificaciones técnicas de esta temporada.
A menos eso es lo que opina el director de la marca italiana, Paul Hembery, quien dijo que el proveedor oficial de la F1 no tuvo en cuenta las características completas de los coches a la hora de poner en marcha las gomas de esta temporada.
«Los mismos neumáticos usados en un coche de 2010 no tienen el mismo nivel de desafío», dijo el británico a Totalrace.
Hasta la temporada pasada, Pirelli desarrolló sus neumáticos con la ayuda de un Toyota de 2009, actualizado para simular los cambios de reglamentación.
Ahora los probadores de Pirelli Jaime Alguersuari y Lucas di Grassi han estado trabajando con el Renault de 2010, el último con el que compitió Robert Kubica.
Pero Hembery dijo que el «equilibrio aerodinámico» de un coche de 2010 frente a los cambios introducidos en los coches de este año es sustancialmente diferente.
«Esto es importante porque cambia la energía que va a la llanta y varía la temperatura que va a la parte delantera y trasera», explicó reconociendo que no estaba previsto el comportamiento de 2012 «porque no se podía ver en un coche de 2010».
Así que cuando se le preguntó si la marca seguirá adelante con su programa de pruebas con el coche de Renault de 2010, respondió: «Es el único con el que se puede».
«Por supuesto que no nos gusta probar con un coche de dos años atrás, pero ya fue una gran batalla para poder conseguir eso», añadió.
Hembery explicó que para que Pirelli pudiese tener en sus manos un coche con las especificaciones de 2012 para hacer las pruebas de neumáticos, requeriría del acuerdo unánime de los equipos «y no lo harán».
«Tardamos 18 meses en conseguir llegar a un consenso la última vez y tuvimos que conformarnos con un coche de 2010. Ni siquiera podemos tener un coche del año pasado, por desgracia».
«Los coches cambian mucho de un año a otro, y en términos de los compuestos estamos hablando de parámetros muy precios», se lamentó Hembery.