Tras cuatro temporadas de Bridgestones, como anunció la revista F1 Racing en su especial nº 200, uno de los eventos más importantes que ocurrieron en lo que respecta a la F1, fue que Pirelli se convirtiera en el único fabricante de neumáticos para este deporte en 2011. Dos temporadas después, podemos decir que han sido incluso mejor de lo que prometían.
Lo que ocurre ahora es que aunque la marca italiana quiera seguir suministrando neumáticos a la F1, tiene que salirle rentable económicamente o si no, no hay trato, de acuerdo con el jefe, Paul Hembery, que da el sí a la prorroga del contrato. «Nos encantaría quedarnos más en este deporte, porque es la única manera de la que puedes realmente hacer balance de la inversión. El gasto es significativo», dijo Hembery para Autosport.
«Obtenemos una contribución de los equipos (…) Mucho de lo que obtenemos viene de la publicidad. Nos da visibilidad pero no somos inmunes a la economía mundial”.
Desde Pirelli, tienen claro que son “un negocio global y cuando pasa algo en algunos mercados geográficos, necesitas compensarlo de alguna manera».
Ya que estos italianos son unos de los gigantes de la F1, tienen que tomar grandes decisiones en este deporte y según Hembery «siempre tienes que justificarte, así que si no haces lo correcto, tienes que comerte tu propio presupuesto».
Una de las cosas que ya está clara es que Pirelli no aumentará lo que ya venía cobrando a los equipos de F1 anteriormente:
«Puedo garantizar que no habrá absolutamente ningún aumento, el trato será como hasta ahora, incluiremos a todos los equipos dándoles un idéntico nivel de apoyo a todos ellos», dijo Hembery.
Según Hembery, la decisión en mera teoría está tomada y Pirelli permanecerá por lo pronto.