Según apunta el diario italiano La Gazzetta dello Sport, citando fuentes de Pirelli, el análisis del neumático de Max Verstappen que reventó en el Gran Premio de Azerbaiyán 2021, dejando el Red Bull RB16B destrozado contra el muro, no presenta signos de un fallo de fabricación o de diseño.
Las gomas fueron trasladadas al centro de Pirelli en Milán para realizar una investigación minuciosa, que todavía no se ha completado o que el fabricante no ha hecho pública, pero que los ingenieros italianos respiran aliviados tras comprobar que el accidente, que le costó la victoria al piloto holandés, no sea culpa de la compañía italiana.
Ya desde el propio circuito, el responsable de F1 de Pirelli, Mario Isola, comentó que el accidente de Max Verstappen podría deberse a los restos de escombros en pista, posiblemente del coche de Lance Stroll que sufrió un accidente similar a mitad de carrera con el mismo neumático duro y con una cantidad de vueltas similar.
El problema de ese neumático podría estar en que tanto Red Bull como Aston Martin sacaron esas gomas a pista con una presión demasiado bajas, precisamente los ingenieros de Pirelli dieron instrucciones a los equipos para que aumentasen ligeramente las presiones recomendadas antes de la sesión de clasificación y la carrera de Bakú.
Habrá que esperar para conocer qué provocó un reventón en la rueda de dos monoplazas que les hizo impactar contra las barreras a alta velocidad y, que en el caso de Verstappen, le privó de aumentar la ventaja con respecto a su principal rival en la lucha por el campeonato.
En la teoría esas gomas deberían haber aguantado hasta el final de carrera, pero ante al accidente del Red Bull, dirección de carrera tomó la decisión de nuetralizar la prueba sacando bandera roja y enviando todos los coches al pitlane, sacándolos de nuevo a pista tras cambiar los neumáticos para relanzar un emocionante final de carrera con sólo dos vueltas.
Leer más: Victoria de Sergio Pérez en Bakú