El circuito de Spa-Francorchamps será la sede de la duodécima prueba del calendario 2012, el Gran Premio de Bélgica 2012, que marca el retorno de las vacaciones de verano para la F1, con nueve carreras por delante el inicio de la segunda vuelta supone el tirón final en la lucha por los títulos de 2012.
La pista serpentea a través de las Ardenas, una región famosa por sus duras batallas durante la Segunda Guerra Mundial, emplazada entre las localidades de Spa y Francorchamps de las que recibe su nombre.
Spa debe su reputación a la velocidad, aunque no todas las zonas son de alta velocidad, lo que ofrece un reto de configuración para los equipos tratando de equilibrar el monoplaza para las zonas de alta velocidad entre La Source y Les Combres, incluyendo el cambio de Eau Rouge – Raidillon, con zonas donde es necesaria algo de carga aerodinámica, especialmente Pouhon.
No es un trazado excesivamente exigente con los neumáticos o los frenos, pero con una pista que se acerca a los 7 kilómetros de total de vuelta, elegir el momento adecuado para entrar a cambiar neumáticos será un factor clave.
Otro de los factores a tener en cuenta es la climatología, raro es el año en que no llueve en algún momento del fin de semana, unido al hecho de que los cambios de altitud y la extensión del trazado hacen que pueda estar lloviendo en unas zonas con otras prácticamente secas. Un problema añadido para elegir el setup correcto.
Fernando Alonso llega a Bélgica con una ventaja de 40 puntos en el campeonato de pilotos, un margen que le hace respirar tranquilo para afrontar una carrera en la que nunca ha ganado. Ha corrido aquí en ocho ocasiones en la F1 y no logró terminar en cuatro, aunque las otras cuatro las saldó con dos podios y dos cuartos puestos.
Los orígenes de este trazado se remontan a principios del siglo pasado, el primer diseño del circuito seguía la carretera que une las localidades de Malmedy, Stavelot y el pueblo de Francorchamps. Con el comienzo oficial del campeonato de F1 se había convertido en un trazado de 14 kilómetros, que ha estado durante años plagado de accidentes graves y muertes de pilotos, lo que provocó la drástica reducción a los casi 7 kilómetros actuales a finales de 1970.
Spa ha sido sede de Grandes Premios de F1 desde el inicio del campeonato en 1950, albergando en 44 de las 56 ocasiones en las que se ha corrido aquí el Gran Premio de Bélgica.