El Lotus E20 de Kimi Raikkonen se postula como principal favorito a llevarse la victoria en el próximo Gran Premio de Mónaco 2012, sus dos podios en las dos últimas carreras, con su compañero de equipo, Romain Grosjean, tercero y cuarto, demuestran que el coche de Enstone tiene potencial suficiente para ganar en la F1.
«Creo que Kimi (Raikkonen) será el sexto ganador diferente en la sexta carrera», dijo convencido el comentarista de la la televisión finlandesa y ex piloto Mika Salo.
Aunque hacer predicciones en 2012 ha resultado casi imposible hasta ahora, muchos expertos del paddock esperaban que el Lotus E20 fuese «el coche a batir», en el pasado Gran Premio de España.
«La gran sorpresa fue cuando Kimi no ganó», admitió el ex piloto de Ferrari, Mika Salo, en referencia a la fantástica victoria de Pastor Maldonado que llevó a un Williams a lo más alto del podio después de 8 años.
Quien también confía en el potencial del coche es su compañero de equipo Romain Grosjean, quien terminó justo por detrás del campeón de 2007 el pasado fin de semana y se subió al podio en la anterior carrera en Bahrein.
«Es bueno estar un poco decepcionados co el tercer y cuarto puesto», dijo a la francesa RMC Sport. «Esto demuestra que en el equipo estamos convencidos de que podemos ganar».
Pero, según los pilotos de Red Bull, hay un factor imposible de predecir en la parrilla d este año: los neumáticos Pirelli. La degradación que sufren trae de cabeza a los equipos y hace que un coche cambie por completo su rendimiento de una carrera para otra.
«Tal vez veamos un HRT o un Marussia en la pole en Mónaco», dijo el vigente campeón Sebastian Vettel en tono de broma.
Mark Webber insiste en que la «lotería» de Pirelli en la que se ha convertido la F1 no puede ser una cosa buena para el deporte, por mucho que los aficionados estén encantados con el espectáculo en pista.
«No sé si ellos (los aficionados) van a enfermar de ver a tantos ganadores diferentes», dijo el piloto australiano a Fox Sports. «Es bueno tener diferentes ganadores, pero también queremos rivales».