Red Bull ve en este fin de semana, en el Gran Premio de Canadá 2012, la oportunidad de completar la colección de trofeos de F1, a excepción de la carrera de Montreal, el coche del equipo de las bebidas energéticas ha logrado la victoria en todos los trazados del calendario de esta temporada.
Es el trofeo que falta en sus vitrinas, con la salvedad del Circuito de las Américas donde se disputará una carrera de Fórmula 1 este año por primera vez. Sebastian Vettel estuvo a punto de lograrlo hace un año, hasta que sucumbió a los ataques de Jenson Button en la última vuelta.
«Lo tenia conseguido hasta las últimas vueltas», recordó con tristeza el actual campeón del mundo de la carrera del año pasado.
El jefe del equipo, Christian Horner, dijo al diario local La Presse: «Nos encanta venir a Montreal, la ciudad se llena de vida. Siempre hay un gran ambiente. Incluso sin ser el circuito más emocionante de la temporada, siempre ha habido buenas carreras aquí».
«Esta es una de las únicas carreras que Red Bull nunca ha ganado, a pesar de que estuvimos muy cerca el año pasado», añadió.
Perder el liderado y la carrera en la última vuelta resulto bastante agrio para Red Bull, así que Horner afirmó: «Sería maravilloso volver y poder rectificar la situación».
De hecho, una victoria este domingo también marcaría un regreso definitivo de los vigentes campeones al frente, con la reciente victoria de Mark Webber en Mónaco es el único equipo que ha logrado ganar más de una carrera esta temporada.
«En Montreal, el motor es crucial», dijo Horner. «Es todo lo contrario a Mónaco. Quién sabe si volveremos a ser competitivos, pero vamos a luchar con fuerza».
«Todavía somos jóvenes», dijo el británico de 38 años en referencia al equipo de Milton Keynes. «Este es nuestro octavo coche en nuestra octava temporada en F1 y todavía somos ambiciosos. Hay muchas ganas de lograr más».
«Nuestra gente disfrutó ganando, pero todavía queremos más. La motivación en Red Bull nunca ha sido mayor», afirmó Horner.
El equipo viene a Montreal tras haber visto como el piso de su RB8 era declarado ilegal por la FIA, a raíz de las protestas de sus rivales directos: Ferrari, McLaren y Mercedes.
«No es fácil», admitió el jefe de filas de red Bull. «Todo lo que hacemos es analizado minuciosamente, mucho más que si fuésemos uno de los coches de la zona media de la parrilla».