La policía fiscal italiana, Guardia di Finanza, registró en la mañana del martes el Autodromo Nazionale di Monza, histórica sede del Gran Premio de Italia desde 1950, con la excepción de la carrera de 1980 que se disputó en Imola, como parte de la investigación de facturación falsa que involucra a siete personas relacionadas con el Templo de la Velocidad.
De acuerdo con Il Giorno y La Repubblica, el fiscal sospecha que en Monza se cometieron delitos fiscales, facturación falsa y otras discrepancias contables relacionadas con Sias SpA, operador del circuito italiano entre 2007 y 2012.
Entre los presuntos delitos de los que se les acusas están al emisión de facturas donde no existen transacciones con el fin de mostrar un balance positivo para el funcionamiento de algunos eventos deportivos. También se les acusa de irregularidades en el proceso de licitación del servicio de catering del trazado con el objetivo de promover a una empresa específica.
Los agentes registraron las oficinas de Sias, junto con las casa del director del circuito, Enrico Ferrari, y la de otros directivos como el director técnico George Beghella Bartoli, ordenado por los fiscales Walter Mapelli e Caterina Trentini.
La investigación nace a raíz de unas declaraciones de Paolo Guaitamacchi, presidente de Sias, donde acusa a los principales implicados de hacer un uso inadecuado de los fondos disponibles y de malas prácticas en la gestión.