Aprovechando las especulaciones sobre el nuevo motor, el fabricante de motores de F1 Renault ha afirmado que la categoría no debe entrar, otra vez, en una congelación del desarrollo de motores y que sería beneficioso que la normativa fuese más flexible en el futuro.
Mientras seguimos pendientes de lo que finalmente decida aprobar el Consejo Mundial del Motor en su votación del próximo lunes, parece que cada vez cobra más fuerza un cambio de motores en 2014 pasando de los V8 atmosféricos de 2,4 litros actuales a los V6 turbo de 1,6 litros, desechando así la propuesta del presidente de la FIA de los cuatro cilindros a partir de 2013.
Pero mientras se toma una determinación sobre este asunto, Rob White, director de motor de Renault Sport F1, se ha mostrado en contra de la congelación en el desarrollo de motores que ha sufrido la F1 en los últimos años.
«No estamos a favor de una congelación total durante muchos años», dijo White a redbull.com. «Lo que proponemos es un ciclo anual de homologación en el que año a año esté permitido realizar mejoras para hacer más eficientes los motores».
White indicó que uno de los objetivos probables con las nuevas normas de los V6 es una mejora de la eficiencia incremental en el consumo de los motores de F1.
«Por lo tanto, creemos que hay un equilibrio entre los cambios de una buena relación de calidad limitada, año a año, y el mensaje importante de ser ambientalmente sostenible que aporta la reducción del consumo», explicó.
«Aunque eso no se ha discutido todavía porque aún no tiene reglas deportivas», añadió Rob White, quien también reconoció que el objetivo de la FIA de encontrar un motor universal que pueda ser usado en todas las series no es probable que se logre nunca.
«Creo que uno nunca debe excluir toda posibilidad, pero por el momento, este es un conjunto muy específico de la normativa que está totalmente impulsado por la F1», dijo el directivo de Renault Sport F1.