La renovación de Lewis Hamilton se ha convertido en un culebrón en toda regla, digno de los mejores guionistas de telenovela. Y como los mejores culebrones, terminará por agotamiento de la audiencia, o lo que es lo mismo cuando ya a todos nos de igual si el heptacampeón continúa o se toma un año sabático para dedicarse a jugar a las canicas.
Mercedes se ha puesto como fecha límite el 2 de marzo, fecha de presentación del W12, donde ha anunciado que sus dos pilotos estarán levantando las lonas del monoplaza de 2021.
Algo que a nadie extraña en este mundillo, muchas son las ocasiones en las que hemos sabido que el acuerdo se cierra entre pilotos y equipos, pero no se anuncia hasta que se encuentra el momento conveniente. Los tiempos son importantes en un negocio que mueve millones de dólares y una decisión, o un anuncio a destiempo, puede dar al traste con las aspiraciones de un equipo.
El contrato de Lewis Hamilton le ha vinculado a Mercedes desde 2013, cuando dejó McLaren que había sido su equipo desde los 13 años. El propio Hamilton reconocía que haber salido de Woking le llevó a sumar siete campeonatos, una decisión acertada y que con el tiempo ha llevado a coronarle con el piloto con más victorias y poles de la Fórmula 1.
Pero tan extensa vinculación siempre trae problemas, y en el caso de Hamilton no iba a ser de otro modo. Sobre todo cuando se habla de un contrato de tantos millones en una época de crisis provocada por la pandemia mundial del coronavirus.
La periodista especializada en motor Bianca Garloff publicaba en exclusiva en F1-Insider que el contrato está cerrado, sólo falta el anuncio. La fórmula para llegar a un acuerdo es un contrato por una temporada, con opción a otra más. Lejos de la pretensión inicial de Hamilton que eran cuatro temporadas, mientras el equipo quería un contrato sólo para 2021.
También en cuanto al dinero ha tenido que rebajar las expectativas el piloto británico, de los 50 millones de euros iniciales se habría rebajado a 40 millones, un salario similar al que ya tenía la temporada pasada. Para compensar una continuidad de sus emolumentos el equipo permitirá que el heptacampeón tenga dos patrocinadores al margen del equipo en sendos espacios en el mono y el casco del piloto.
También se ha quedado fuera del contrato la cláusula anti Verstappen, un veto que le permitiría a Hamilton vetar la llegada de un compañero de equipo. Aunque con un contrato a dos años la posibilidad de que Max Verstappen recalase en Mercedes parece completamente remota. Incluso a más tiempo la idea de Toto Wolff es llevar a su protegido George Russell al primer equipo, no traer a alguien externo.
Desde Mercedes siguen sin hacer ningún comentario. «Hablaremos cuando tengamos algo que decir. Como durante todo el proceso, no vamos a comentar los muchos rumores y especulaciones».
Sea como fuere, parece que tendremos a Lewis Hamilton luchando por su octavo título de F1, algo que parece más que una posibilidad a la vista de la superioridad del W11 la temporada pasada y los pocos cambios que habrá en el diseño de los monoplazas para esta temporada.
Quien podría tener un poco más complicado el título es la escudería. Tras haber ganado los siete títulos consecutivos, esta temporada tendrán un rival más duro en Red Bull. El fichaje de Sergio Pérez que formará con Verstappen pondrá las cosas mucho más complicadas a la pareja Hamilton-Bottas. Mientras la temporada pasada no hubo prácticamente opción a luchar porque Alexander Albon estaba realmente lejos del rendimiento de su compañero holandés.
Actualización: Mercedes anuncia la renovación de Hamilton para 2021