El jefe del equipo Mercedes, Ross Brawn, vuelve a ocupar su lugar en el paddock después de haberse ausentado en el pasado Gran Premio de España por culpa de una enfermedad que le apartó del ajetreo de la pista española, donde su veterano piloto Michael Schumacher se llevó por delante a Bruno Senna.
Más allá de su enfermedad, su ausencia levantó muchos rumores al respecto. Por un lado algunas personas confirmaron su estado de salud, pero también hubo gente que manifestaba que Brawn no asistió al Gran Premio de España debido a unas discusiones que pudieron haber tenido sus empleados con Bernie Ecclestone.
Ésta última teoría tomó fuerza en Barcelona luego de que Nick Fry, reemplazando a su jefe, decidió criticar el presente de Schumacher y a la vez hipotecar su el futuro del piloto alemán, como también se animó a postular a Paul di Resta como un candidato para sustituir al heptacampeón.
En declaraciones al diario Bild, Brawn explicó: «El martes previo a Barcelona me sentía muy mal, así que decidí ir al médico y luego me quedé una noche en el hospital durante unas pruebas. Cuando llegué a casa, decidí seguir el consejo de los médicos y tomarme un fin de semana para poder estar bien en Mónaco«.
En relación a las polémicas declaraciones de Nick Fry con respecto al rendimiento de Schumacher, Brawn manifestó que «se ha dicho y escrito mucho», pero que «no hay que olvidarse que Mercedes lo ha defraudado a él en cinco carreras de cinco al no hacer el trabajo como deberíamos».
Por último, el jefe del equipo Mercedes explicó: «Volvimos a ver la calidad de Michael en la primera carrera, y es por eso que creo que lo veremos en el podio este año. Cuando llegue el momento, nos sentaremos y hablaremos del futuro. Estoy seguro de que muy pronto sabremos qué camino seguirá».