En su época dorada enrolado en filas de Ferrari, el hoy jefe de escudería de Mercedes Ross Brawn, era aclamado como el super cerebro de la F1 por como diseñaba las estrategias de carrera, era el hombre en la sombra detrás de las victorias más memorables del heptacampeón del mundo Michael Schumacher.
El dúo se ha reencontrado en el equipo alemán, después de que el veterano piloto decidiese regresar a las pistas de F1, pero el británico admitió que en su papel de jefe del equipo ya no trabaja en la estrategia de carrera durante los Grandes Premios.
Ese papel, dijo Brawn, está ocupado por James Vowles, un joven ingeniero británico de 32 años ante el que se ha deshecho en elogios el que había sido uno de los genios de la estrategia en carrera.
«Tenemos un tipo muy bueno para las estrategias», dijo Brawn a la emisora finlandesa MTV3. «Pero me presenta sus ideas para oír que opino de ellas».
«A veces, con mi experiencia, estoy en condiciones de dar una visión diferente de las cosas, pero James es muy bueno y tengo que intervenir en muy pocas ocasiones», reveló Brawn.
Aún así, de poco o nada están sirviendo las estrategias de carrera al Kaiser, ha tenido que abandonar en cinco de las siete carreras disputadas, parece que la mala suerte le persigue.
E irónicamente el heptacampeón está rindiendo a su mejor nivel desde que regresó a la F1, tras dos años complicados donde por una parte no encontraba el ritmo tras tres años fuera y un coche que tampoco ofrecía un gran rendimiento, el ritmo en pista es bueno, pero eso no se traduce en resultados en el campeonato.
Y lo peor de todo es que el alemán consiguió ser el hombre más rápido en la clasificación de Mónaco, pero no pudo rentabilizarlo saliendo desde la pole. Schumacher es ahora mismo decimoctavo con 2 míseros puntos, mientras su compañero Nico Rosberg es quinto con 65 puntos más que él.
Corren malos tiempos para el piloto más laureado de la historia de la F1, precisamente en un año que está haciendo historia por lo impredecible que está siendo cada carrera.