El jefe del equipo Mercedes, ayer para la publicación alemana Speed Week, se defiende de las críticas de los nuevos accionistas de la misma escudería, Toto Wolff y Niki Lauda sobre la decisión que la escudería tomó el pasado GP de Malasia. Igualmente, Ross Brawn destacó que sus dos pilotos, Lewis Hamilton y Nico Rosberg se hallan en una posición de igualdad de derechos.
Tras las órdenes de equipo que todos pudimos ver en Sepang, el jefe de Mercedes tuvo que someterse otra vez a las múltiples preguntas sobre el estado de sus dos pilotos. La respuesta del pacífico jefe de la escudería siempre es la misma. «Nosotros no tenemos órdenes de equipo«, dijo el de Manchester. «Con Lewis, durante la negociación de su contrato, nunca hablamos de que él fuera el número 1. Lo único que quiere Lewis es la igualdad. Él quiere tener las mismas oportunidades y el mismo material que Nico Rosberg, no quiere ser el preferido«, insistió el de Brawn, de 58 años de edad.
Parece ser que Rosberg se lo tomó bien, al menos mejor que Vettel, que hizo caso omiso. Brawn, sin embargo, por su parte asegura que «este tipo de decisiones no le hacen feliz pues van contra mi espíritu deportivo.» También es destacable decir que una de las razones de la estrategia de Red Bull fue el ahorro de gomas y de combustible y en eso Brawn, si está de acuerdo: «nos hubiera parecido muy estúpido si los dos coches se quedan sin combustible«.
De todas formas, el hecho de que Wolff y Lauda estén criticando públicamente la decisión que tomó Brawn en Malasia es lo que le molesta al británico. Pero el capitán del equipo no se ha quedado de brazos cruzados, «tuve que tomar una decisión. Niki y Toto no estaban de acuerdo, pero yo era el único que tenía toda la información y conocía los datos. Creo que ahora saben que tomé la decisión correcta. Alguien tiene que hacerlo y no puede ser alguien desde arriba porque estas decisiones tienen que hacerse rápido.»