George Russell impresionó a propios y extraños la temporada pasada cuando se subió al monoplaza de Mercedes en sustitución de Lewis Hamilton, convaleciente de coronavirus. El resultado final de la carrera podría dar otra impresión, pero la realidad es que el joven piloto estuvo luchando por la victoria y si no fuese por un error del equipo posiblemente la habría logrado.
Casi nadie en la parrilla duda de que si le dan un coche con potencial el piloto demostrará su talento. Esta temporada se ha colado en Q2 con el Williams en los seis Grandes Premios que llevamos disputados, aunque su mejor posición en carrera no ha pasado de la decimocuarta plaza.
Pero la mirada de Russell no está en esta temporada con Williams, sino en la próxima, cuando podría sentarse en uno de los asientos de Mercedes Y digo en uno, porque tanto Lewis Hamilton como Valtteri Bottas terminan su contrato a final de temporada y ya hemos visto esta temporada lo que les ha costado ponerse de acuerdo para renovar el contrato del heptacampeón.
Como decía el propio Toto Wolff, jefe de equipo de Mercedes, la decisión está en manos de Lewis Hamilton si continuar en 2022. El piloto quiere continuar, pero parece que no a cualquier precio, así que las negociaciones para su renovación van a seguir siendo igual de complicadas que lo fueron para esta temporada.
Bottas va a trompicones. Unas carreras está y otras desaparece, según tenga el día, una situación complicada para Mercedes que les deja débiles para luchar por el campeonato de constructores ahora que Sergio Pérez parece haber encontrado la tecla para hacer funcionar el Red Bull RB16B.
Muchos ven a Bottas fuera de Mercedes para la próxima temporada; y el sustituto natural sería George Russell. Aunque con el heptacampeón en casa, ¿sería la mejor opción para las flechas de plata? Desde el punto de vista de los aficionados, sería fantástico, dos buenos pilotos luchando con el mismo coche, ya sólo queda la habilidad del piloto para demostrar quien manda. Pero ya hemos visto en la historia de la F1, que estas alineaciones de dos gallos en el mismo corral terminan regular. No hay más que recordar lo ocurrido con Fernando Alonso y Lewis Hamilton en McLaren.
Sea como fuere, el dilema de Mercedes para 2022 parece girar en torno a tres pilotos: Hamilton, Bottas y Russell. El todavía piloto de Williams dijo que todavía no han arrancado las negociaciones, pero que preferiría que su futuro se decidiese antes de terminar las vacaciones de verano. Un horizonte, el de las vacaciones, que al que también han apuntado Wolff y Hamilton.
«Realmente no he hablado de eso [con Toto Wolff]. Estoy concentrado en el aquí y el ahora, pero estoy seguro de que todo se arreglará a más tardar al final de las vacaciones de verano», dijo Russell cuando se le preguntó por su futuro en Mercedes.
«Creo que todos querríamos un buen descanso de verano con una temporada tan intensa, ¡sin jugar con los contratos!», añadió el joven piloto de Williams, que ha visto como su jefe de filas decía adiós esta semana dentro del proceso de reorganización que está llevando a cabo el equipo de Grove.
Wolff apuntó en la misma dirección cuando se habló de sus pilotos para 2022 ya a principios de esta temporada, después de que la renovación de Hamilton por un año fuese un verdadero dolor de cabeza.
«No queremos dejarlo hasta enero para confirmar a nuestros pilotos. Y también por darle tranquilidad al piloto y poder centrarnos en el trabajo», dijo el mandamás de Merceces. «Hay muchos balones en el aire y siempre intentaremos hacer lo mejor para el equipo a largo plazo, al tiempo que brindamos total lealtad a nuestra alineación de pilotos actual».
Pero quiso dejar claro que la lealtad con sus pilotos actuales; y ante las dudas sobre Bottas para esta temporada afirmó que no habría un cambio de pilotos a mitad de temporada. Aprovechando para lanzar una pulla a su principal rival en la lucha por el título (Red Bull sustituyó a su piloto a mitad de temporada).
«No dudamos ni ve Valtteri ni de Lewis, pero las negociaciones obviamente van a suceder, pero no en enero del próximo año», añadió Wolff.