Unos pocos espectadores pudieron disfrutar de la, todavía, escasa acción en pista desde el paso elevado de la vía pública a Maranello. Incluso por la tarde apareció una pancarta con la frase: «¡Vamos Carlos!».
Su padre Carlos Sainz Sr., bicampeón del mundo de rally y campeón del Dakar, no quiso perderse su debut vestido de rojo. Tampoco se perdió el momento el que será su compañero Charles Leclerc, al igual que el director de la Academia Ferrari, Marco Matassa, quien trabajó con el piloto madrileño cuando ambos coincidieron en Toro Rosso entre 2015 y 2017.
«¡Un día que nunca olvidaré! Esta mañana sonó la alarma al amanecer porque teníamos algunas reuniones muy temprano antes de salir a pista», dijo el piloto madrileño tras la sesión de entrenamientos.
«¡Uno de los momentos más especiales para mí hoy fue cuando llegué al circuito y vi el Ferrari con mi número 55! Estaba ansioso por subirme al coche y esa primera vuelta de instalación fue emocionante», añadió Carlos Sainz.
«Luego nos pusimos manos a la obra y estoy muy contento de cómo se desarrolló el día. Pudimos pasar por un programa extenso y pude familiarizarme con toda la configuración: los ingenieros y mecánicos, el volante, los procedimientos, que obviamente son un poco diferentes a los del coche que piloté la pasada temporada».
«Fue muy agradable tener a mi padre allí en un momento tan importante de mi carrera. Y me gustaría agradecer a Mattia, Laurent y a todos en Ferrari por la cálida bienvenida y un primer día tan positivo en el monoplaza de 2018. Estoy muy contento y no podría haber deseado un mejor arranque», añadió Carlos.
Mañana le espera el último tramo de entrenamiento por la mañana, antes de ceder el testigo a Mick Schumacher. El joven piloto alemán pertenece a la Academia de Ferrari y hará su debut con uno de los monoplazas cliente el motor de Maranello esta temporada.
Fotogalería: Primer día de Carlos Sainz en Ferrari