El heptacampeón Michael Schumacher ha insistido en que la forma en la que se trabaja ahora en la F1, sin pruebas de pista, ha contribuido a hacer más complicado su regreso, al punto de no ser capaz de lograr ni un solo podio en las 38 carreras con Mercedes y ser criticado por ser demasiado viejo.
Ya se han cumplido dos años desde que el famoso piloto alemán, que el próximo mes cumplirá 43 años, anunció su regreso, tras una pausa de tres años, al deporte que dominó durante varios años.
Después de haber logrado la increíble cifra de 91 victorias y 154 podios durante su primera etapa, Schumacher ha sido incapaz de volver a subirse al podio en los 38 Grandes Premios que ha disputado desde 2010 con Mercedes.
Se ha especulado que la falta de resultados del Kaiser radica en que ya está demasiado viejo o que no está totalmente centrado y decidido.
«Algunos se han preguntado si mi estado de ánimo ha cambiado. Sería bueno que la gente no hiciese conjeturas sin saber», dijo en una entrevista con el Corriere della Sera.
Schumacher insistió en que la F1 es un «gran desafío», tanto para él como para el Mercedes-Benz, quien todavía está trabajando en construir un gran equipo en torno a su base de Brackley.
«Pensé que podría ser (lograr subir al podio) por lo menos un par de veces. Tenemos que trabajar duramente juntos para mejorar el rendimiento, pero no tenemos miedo de eso. En la F1 no hay varitas mágicas», reconoció.
«En el pasado hacíamos un montón de pruebas», dijo el ex piloto de Ferrari. «Hoy en día no, así que he tenido algunos problemas con los neumáticos. No he aprendido a interpretarlos correctamente».
«Antes, venías a las carreras el fin de semana sabiendo a lo que venías. Ahora no haces pruebas hasta el viernes y todavía me estoy acostumbrando a este sistema», añadió.
«¿Si estaré aquí en 2013? No hay prisa todavía para pensar en ello», insistió Schumacher, cuyo contrato con Mercedes expira a finales de 2012.