El heptacampeón Michael Schumacher ve en el Gran Premio de Malasia 2011 la oportunidad de resarcirse del mal arranque en la primera carrera de la temporada, donde tanto él como su compañero Nico Rosberg tuvieron que retirarse.
«No hay ninguna duda de que queremos hacerlo mejor que en la primera carrera, que fue decepcionante para todos nosotros. Vemos esto como un desafío y aún es pronto para descartarnos. Todos en el equipo son positivos y hay una atmósfera de lucha. Esperamos un fin de semana mejor, en el que podamos dar un paso adelante», dijo el piloto alemán en unas declaraciones facilitadas por su equipo.
Calificó Sepang como una carrera de casa por el apoyo de Petronas, patrocinador principal del equipo, y de la afición malaya, por lo que correr allí es «un aliciente».
«El circuito es maravilloso porque te ofrece muchas posibilidades en cada vuelta. Siempre me ha gustado correr aquí y estoy deseando volver», dijo Schumacher.
Por su parte, su compañero Nico Rosberg, calificó Sepang como su «circuito favorito del calendario de F1». «Es rápido y desafiante, con un buen diseño y una gran diferencia de curvas que lo convierten en apasionante para pilotar».
«El año pasado clasifiqué segundo y logré el primer podio de la temporada. Tengo una buena sensación al volver aquí este año y esperamos poder lograr un buen resultado en la carrera de casa de nuestro patrocinador Petronas», finalizó Rosberg.
El jefe del equipo Mercedes, Ross Brawn, dijo que la prioridad desde Melbourne había sido «revisar en detalle todo lo ocurrido en el fin de semana» y encontrar la mejor manera de poder «alcanzar el potencial completo» del monoplaza a partir de Malasia.
«Cómo respondemos a la decepción de Melbourne y a los desafíos a los que nos enfrentamos, será un verdadero reto para nuestro equipo», dijo Brawn
Mercedes también resaltó el cambio de estrategia que puede suponer que aparezca un coche de seguridad en pista, aunque destaca que históricamente Sepang tiene una probabilidad muy baja de safety car, dos en los últimos diez años, uno de los porcentajes más bajos de todo el campeonato.