Schumacher se despide de los tifosi

Michael Schumacher se ha despedido de los aficionados de Ferrari, pidiéndoles que le presten su apoyo en 2010, cuando regresará a la Fórmula 1 al volante de la escudería Mercedes.

El Kaiser, toda una institución en el equipo de Maranello, donde ha logrado una carrera plagada de éxitos que le han llevado a ser el piloto más laureado de la historia de la F1, se desvincula así de Ferrari donde ha permanecido como asesor tras dejar la competición en 2006.

«Durante catorce años he sido parte de Ferrari, y Ferrari parte de mí», escribía el alemán. «Un pedazo de Ferrari siempre estará en mi corazón. Voy a seguir con el calor, la fuerza y la dedicación que durante todos estos años he tenido, gracias por el apoyo recibido de los seguidores de Ferrari, es algo que nunca olvidare».

«Me sentí querido en el equipo y he tratado de darles alegrías y luché con pasión en los circuitos para conseguir victorias. Tengo muchos amigos y he aprendido mucho en los últimos años en Ferrari. He visto de cerca cómo son las cosas y muchas veces, desde Alemania, se han confirmado. No hay que quejarse, hay que ver lo bonito y lo bueno ya que hay cosas inevitables».

«Ahora comienza un nuevo capítulo en mi vida. Voy a competir contra Ferrari con mucho respeto. Estoy convencido de que tendremos duras batallas, estoy seguro de que serán capaces de mostrar su histórica fuerza porque sé lo que estos chicos son capaces de hacer», remarcaba Michael en su despedida.

La salida de Schumacher de Ferrari no puede sentar bien entre los tifosi, su llegada a Maranello supuso el resurgir de la escudería italiana tras 20 años vacios de victorias, y se convirtió en un período de dominación de los bólidos rojos.

La temporada 2010 supondrá ver a Michael defendiendo los colores de otra escudería, bien es cierto que es alemana, que Ross Brawn está allí y que quizás no entraba en los planes del equipo italiano volver a tenerlo en pista, pero entre la afición italiana se siente la sombra de la traición.