Una perogrullada que se repite mucho en los circuitos de cualquier competición de motor es que conseguir salir delante facilita mucho la victoria: se evitan incidentes en la salida, no es necesario adelantar y exponerse a un accidente… Es por eso que, más allá de cualquier estrategia para maximizar el rendimiento de los neumáticos en carrera, Sebastian Vettel siempre ha entendido que cada victoria debe empezar a fraguarse en la sesión clasificatoria.
Este sábado, sumó su décima pole de la temporada, la 43ª de su corta pero fulgurante carrera deportiva. Lo hizo de la manera más fácil posible: con neumáticos blandos y yendo a por todas desde un principio. A diferencia de su propio compañero, Mark Webber, o de su único rival matemático, Fernando Alonso, el alemán dejó fuera de la ecuación cualquier consideración acerca de cómo se comportarán los neumáticos este domingo, habida cuenta de que la estrategia más lógica para la carrera era una única parada.
Vettel es, posiblemente, el único piloto de la parrilla que podía plantear una sesión clasificatoria así. Sabiendo que el conjunto de su Red Bull es muy superior al de sus rivales, puede permitirse el lujo de no intentar nada nuevo. “Es siempre complicado acertar con la estrategia, pero creo que tenemos un paquete muy completo”, confirmaba después de desenfundar, un sábado más, el dedo índice más famoso del mundo del deporte. Por contra, en el garaje de al lado dentro de su mismo box, Mark Webber señalaba que “merecía la pena intentar algo distinto”. Eso le sirvió para clasificar en cuarta posición por detrás de los hombres de Mercedes, que han imitado la idea de Vettel.
En Ferrari son conscientes de que, salvo imprevisto, no iban a poder estar a la altura de Vettel. Como muestra, un botón: en un momento de la clasificación, Fernando Alonso ocupaba la primera posición de la tabla de tiempos, con sólo nueve milésimas de ventaja sobre Vettel. El problema es que el piloto de Red Bull hizo ese tiempo con neumáticos medios, que son en teoría unas ocho décimas más lentos, y el de Ferrari lo hizo con neumáticos blandos. Es decir: con los mismos neumáticos, Alonso estaba casi un segundo por detrás. Con estos datos, ¿merecía la pena hacer el mismo planteamiento que Vettel para la carrera?
El problema de tirar la moneda al aire así es que no siempre sale bien. El caso de Romain Grosjean este sábado ha sido totalmente esclarecedor. El piloto francés llegaba a India después de haber encadenado dos terceros puestos consecutivos. Su compañero Kimi Räikkönen era el más rápido en la Q1 y todo hacía indicar que él, en cuanto pusiera los neumáticos blandos, iba a poder quedarse cerca. Pero no. En Lotus creyeron que podían pasar con el neumático medio sin problema, y para sorpresa de todos, incluido el propio Grosjean, se quedaba fuera en el primer corte. A veces, las apuestas arriesgadas salen mal.
«Lo importante es la carrera»
Si bien la importancia de la pole es evidente, la superioridad de Vettel los sábados obliga al resto a plantear cada Gran Premio como una lucha constante contra los elementos. Y es que otra frase obvia que suelen repetir muchos pilotos es la de “los puntos se reparten el domingo”. Uno de los que más suele agarrarse a esta máxima es Fernando Alonso, ya que es consciente de que su punto más fuerte es la carrera. “Depende de cada juego de neumáticos. No hay dos juegos iguales, por tanto, quien tenga un poco más de suerte o menos parará antes o después. Lo importante es tener un buen ritmo de carrera. Da igual la estrategia que hagas: si el coche va rápido mañana en carrera ganas en una parte, pierdes en otra, pero al final el resultado es bueno o malo dependiendo de si vas muy rápido o no”, explicaba Alonso.
El asturiano, que hizo toda la clasificación con serios problemas de radio con su equipo, no se fiaba del todo de la idea de salir con un neumático distinto, porque ya sabe lo que es salir este año a contra pie y fracasar. “También pensábamos en Nurburgring, creo, la última vez que salimos con duros, que iba a ser una buena estrategia y luego no salió tan bien. Aquí volvemos a pensar que puede ser una buena estrategia”, recordó, previendo un posible nuevo fallo en carrera.
Volviendo a las perogrulladas, lanzar una moneda al aire puede dar dos resultados: cara o cruz. Eso es para los ‘humanos’. Para Vettel siempre (o casi siempre) sale cara.