La marca de neumáticos que suministra a la Fórmula 1 se coloca en el ojo del huracán y consigue lo que parecía imposible: poner a todos los equipos de acuerdo en que son necesarios cambios.
Los cuatro neumáticos que estallaron durante la carrera del Gran Premio de Gran Bretaña han colocado a Pirelli en una situación muy embarazosa. El fabricante italiano, que otrora era elogiado por haber elevado el nivel del espectáculo en la pista, ha sido vapuleado por pilotos, ingenieros, prensa y aficionados por las pésimas condiciones de seguridad que ofrecen.
La Fórmula 1 puede pasar por alto muchos asuntos, desde la ausencia de derechos humanos en según qué países hasta los altísimos costes para disputar un gran premio, pero con la seguridad no se juega. Felipe Massa, uno de los afectados, fue muy claro al referirse al problema: «Nuestra principal preocupación gira en torno a la seguridad, porque aunque no podamos decir realmente qué ha pasado, es inaceptable tener que conducir sabiendo que no estás seguro. Aunque, afortunadamente, no ha pasado nada serio, lo que hemos visto es muy peligroso. Ya tuve este problema dos veces en Baréin y si no se hace algo al respecto pronto, estoy seguro de que pasará de nuevo», vaticinó el brasileño.
Desde la FIA intentaron lo que pudieron. El coche de seguridad salió a pista después de que Lewis Hamilton, Felipe Massa y Jean-Eric Vergne perdieran sus neumáticos, pero otras soluciones más drásticas estuvieron encima de la mesa. De hecho, Charlie Whiting, director de carrera, admitió después de la prueba que se planteó seriamente suspender la competición, visto el peligro de accidente que había. Por su parte, el presidente de la FIA, Jean Todt, ha convocado a Pirelli este miércoles en París para asistir a la reunión del grupo de trabajo técnico de la Federación. La casualidad ha querido que esta convocatoria ya estuviera programada, pero sin la presencia del suministrador de neumáticos.
El mayor problema es que los motivos por los que se produjeron estos fallos no se conocen realmente. Pirelli afirmó, en boca de su responsable Paul Hembery, que habían encontrado «algo nuevo» y, por tanto, «un tipo de problema diferente». El fabricante italiano se ha tomado unos días para analizar lo ocurrido en Silverstone y tomar las medidas necesarias, pero la incertidumbre sigue muy presente en el ‘paddock’. Bien es verdad que las características del trazado britanico se aliaron en contra de Pirelli. Una de las teorías que más circulaban este domingo por el ‘paddock’ es que los laterales de las rápidas curvas de Silverstone cortaron, literalmente, el neumático, causando las explosiones de los mismos unos metros después. Fernando Alonso se encargó de desechar esta tesis: «Es difícil creer que los bordillos hayan sido el problema, porque hemos corrido aquí 12 años con los mismos bordillos…».
Habrá test para todos
Pirelli ya estaba en el centro de la polémica durante las últimas fechas por los tests que realizó con Mercedes en Barcelona. La escudería alemana llegó a Gran Bretaña días después de haber recibido el ridículo castigo de ser excluido de los test de jóvenes pilotos. La FIA consideró que obtuvieron beneficio por usar un coche de 2013 -algo que prohíbe implícitamente la normativa- y con los pilotos actuales -también ilegal-. No es raro que el resto de escuderías, encabezadas por Red Bull y Ferrari, amenazasen con realizar pruebas similares, ya que el castigo recibido sería asumido con gusto si se obtenían unos jugosos datos para entender las Pirelli. Obviamente, la Federación se negaba en rotundo… hasta ahora.
Tras lo sucedido el domingo en Silverstone, el escenario cambió. Bernie Ecclestone tomó las riendas de la crisis y, tras consensuarlo con Jean Todt, prometió «dos o tres días de test» para los equipos, con los coches actuales. De esta manera no sólo se consiguen apaciguar los ánimos hacia los que veían un claro trato de favor hacia Mercedes, sino que también Pirelli podría estudiar, con datos en la mano, posibles soluciones. Ferrari fue más allá, y propuso aprovechar las jornadas de test de jóvenes pilotos para realizar estos test, siempre y cuando dejen rodar a los pilotos oficiales.
De momento, habrá que estar muy atentos a lo que ocurra en Nürburgring este fin de semana. Los responsables de Pirelli esperan que los problemas no se reproduzcan en Alemania, ya que el circuito es completamente distinto y se espera más normalidad. Por el bien de los pilotos y la competición, esperemos que así sea.