La escudería Williams fue vendida la temporada pasada a Dorilton Capital, el objetivo devolver a la escudería a la senda el pasado glorioso que le vio hacerse un hueco entre los grandes equipos de Fórmula 1. Ahora llega la salida de Simon Roberts, quien dejará el equipo y será el CEO Jost Capito quien absorberá su papel como director del equipo.
Roberts aterrizó en Williams hace un año como director gerente, antes de pasar a ser director del equipo de forma interina cuando la familia Williams vendió el equipe en agosto de 2020. Y fue confirmado en ese papel antes de navidad para llevar a cabo la transición del equipo.
Jost Capito, el nuevo CEO, lleva en el equipo cuatro meses y ha estado realizando una revisión profunda del equipo dando como resultado una reorganización interna que pretende simplificar la estructura del equipo, lo que ha llevado a hacer desaparece el papel del director de equipo de Roberts.
Aunque el papel de director de equipo lo asume Capito, las funciones de liderazgo en pista serán transferidas al director técnico del equipo, Francois-Xavier Demaison, que le situarán al frente de los aspectos técnicos en la fábrica y de lo que ocurra en pista durante las carreras.
Este año en Williams ha sido un verdadero torbellino para Simon Roberts, quien se había unido al equipo tras 17 años en McLaren como director de operaciones, y que ha visto como la familia Williams se veía abocada a vender el equipo creado por Frank Williams.
No está claro cuales serán sus planes de futuro para Roberts, pero su papel en Williams ha sido realmente importante para el funcionamiento del equipo en el día a día tras la salida de Claire Williams tras la venta.