No hubo champán en el podio, pero Sebastian Vettel hizo una gran despedida de la temporada 2009, y junto a su compañero de escudería Mark Webber firmaron un doblete Abu Dhabi.
Agua de rosas espumoso fue lo que se utilizó en el podio de la carrera que cerraba el campeonato y, tal y como comentó Mark Webber al salir de la entrega de trofeos, el líquido que corria por su mono de Red Bull no estaba «demasiado bueno».
El alcohol estuvo estrictamente prohibido en la isla artificial de Yas Island durante todo el fin de semana, y la gente, incluídos los servicios de catering de los equipos de F1 no fueron capaces de pasar de contrabando ni una botella de vino al circuito ni para usarlo como ingrediente alimenticio.
Sin embargo, como BMW Sauber llevó a cabo su despedida de la F1 en el puerto deportivo el sábado por la noche, se puso de manifiesto que el alcohol no era escaso a pesar de los deseos de los musulmanes.
Menos emocionante fue la despedida de Lewis Hamilton, que ayer había logrado la pole, como campeón del mundo, pues tuvo que retirarse como medida de precaución, por un problema de frenos.
Pero ahí estaba su compatriota y nuevo campeón, Jenson Button, para poner la puntilla a este final de campeonato, en una lucha en las vueltas finales con Mark Webber por el segundo puesto. Y Webber fue un hueso duro de roer y al final evitó los ataques del británico.
Y para despedir la temporada, el de Red Bull, se marcó unos trompos quemando gomas en una de las escapatorias poco después de pasar la bandera a cuadros que señalaba en fin de la temporada 2009.
(GMM)