Tras la sesión de clasificación del sábado en Sepang y la eliminación de dos de los equipos favoritos en la Q1, las conversaciones en el paddock se centraban en un solo tema: la previsión meteorológica para la hora de la carrera del Gran Premio de Malasia 2010.
Fiel a las predicciones que se venían anunciando desde hace una semana, la tarde en Sepang, coincidiendo con la sesión de clasificación, trajo lluvias a la pista malaya y con la intensidad suficiente para que durante la Q3 no quedase otro remedio que sacar bandera roja y parar la sesión durante casi veinte minutos.
«La lluvia de Malasia es como el té inglés: se sirve puntualmente alrededor de las cinco y siempre a la misma temperatura», bromeaba el ingeniero italiano de Toro Rosso Giorgio Ascanelli.
El radar meteorológico ha hecho estragos en los equipos de cabeza de la parrilla, con cuatro de los pilotos aspirantes al título, los de Ferrari y McLaren, ahora atrapados al fondo de la formación de salida, después de que decidiesen esperar a que parase la lluvia en el inicio de la clasificación.
«El tema es simple, no esperábamos que lloviera más», dijo Lewis Hamilton, que saldrá 20, mientras que su compañero Jenson Button terminó en la grava y saldrá tres posiciones más arriba.
En Ferrari cometieron el mismo error, tal y como reconocía Stefano Domenicali, y por primera vez desde que funciona el sistema de tres tandas en la clasificación, la escudería italiana no ha conseguido que ninguno de sus pilotos pasasen el primer corte.
El que también está decepcionado, aunque por un motivo bien diferente, es el alemán Michael Schumacher que saldrá octavo. Simplemente fue un segundo más lento bajo la lluvia de la Q3 que su compañero Nico Rosberg, que saldrá en primera línea junto al hombre de la pole Mark Webber.
«Creo que el pronóstico indica lluvia para la carrera», decía Jaime Alguersuari, y no se equivocaba, cuando falta una hora ya está lloviendo sobre la pista malaya. Esperemos que no ocurra lo del año pasado y que no tenga que suspenderse la carrera.
(GMM)