A sus 81 años de edad, Bernie Ecclestone vuelve a ser imputado por otro escándalo, el soborno cercano a los 44 millones de euros a un antiguo alto ejecutivo del banco BayernLB por los servicios prestados. La presión ejercida por Ecclestone consistía en que el banco bávaro vendiese sus participaciones a la empresa inversora deseada por el patrón de la Fórmula 1, la CVC.
El rotativo Süddeutsche Zeitung asegura que la Fiscalía de Múnich está analizando el caso y el sobornado está a su entera disposición para revelar todo tipo de declaraciones necesarias. Se trata del antiguo directivo del BayernLB Gerhard Gribkowsky, condenado el pasado mes de junio por la Audiencia de Múnich a ocho años y medio de cárcel por evasión de tasas, sobornos y fraude fiscal tras realizar una amplia confesión ante los jueces.
Según el tribunal, Gribkowsky recibió en 2006 el encargo del instituto BayernLB de vender sus participaciones en el negocio de la Fórmula 1, operación en la que trabajó estrechamente con Ecclestone, que quería librarse a toda costa del socio germano.
Los fiscales se apoyan para abrir el nuevo proceso en unas declaraciones despectivas de Ecclestone hacia Gribkowsky, en las que le calificó de «civil servant» o funcionario público.
Si estas se confirman, el patrón de la Fórmula 1 habría sido consciente de que sobornaba a un cargo público cuando pagó los cerca de 44 millones de euros a Gribkowsky a través de una fundación a nombre de su esposa y vía empresas irreales domiciliadas en países del Caribe y el Océano Índico.
Según el Süddeutsche Zeitung, los fiscales bávaros no están dispuestos a aceptar un trato con los abogados de Ecclestone para que éste se libre de una eventual pena de cárcel a cambio de dinero.