Saquen los sombreros, gorras y parasoles y aprovisiónense de agua y refrescos si van a ver in situ el segundo Gran Premio de F1 que se celebra en España esta temporada. El verano ha comenzado con unas temperaturas que auguran un auténtico infierno sobre el Valencia Street Circuit este fin de semana, y los monoplazas pondrán a prueba la resistencia de los neumáticos, la gran clave y temor de todos los pilotos e ingenieros. La octava prueba del Mundial de Fórmula 1 supondrá todo un reto, con temperaturas superiores a los 35 grados en los tres días.
Si este año la resistencia y durabilidad de los neumáticos ha convertido el campeonato en una auténtica lotería, no esperen un Gran Premio cómodo. En una carrera envuelta en cierta polémica, con protestas vecinales y un índice de impopularidad muy alto, Pirelli ha decidido que para esta carrera se lleven la pareja de compuestos que ya se han visto en las carreras de Australia, China y Bahréin. Ya en aquellas carreras, sobre todo en la última, la marca italiana de gomas puso en jaque a los pilotos, y la durabilidad y consistencia de los neumáticos fueron la clave para las victorias de Button, Rosberg y Vettel. Hoy, ninguno de los tres ocupa la primera posición de la tabla, donde se asienta por el momento Lewis Hamilton, el último en ingresar en la lista de ganadores de esta loca temporada.
Valencia apunta a ser el escenario donde, por primera vez este año, se coloque un ‘dos’ en el casillero de uno de los pilotos que ha entrado en la lista de vencedores esta campaña. Fernando Alonso es uno de los que más luchara por ello. Por una situación o por otra, en los cuatro anteriores años, el piloto español no ha podido dedicarle una victoria al público valenciano, un pequeño lunar en el palmarés de un asturiano pleno de confianza. No obstante, para el asturiano, que ocupa la segunda posición de la clasificación, no es vital ganar aquí, sino al menos seguir la linea que ha marcado este año: puntuar, puntuar y puntuar.
«Hacer podios en estas próximas carreras, especialmente en julio, cuando habrá tres carreras en cuatro semanas, será muy importante. Será importante tener mucha consistencia durante esas carreras», destacó este jueves el asturiano en la rueda de prensa de la FIA, en la que estuvo bromeando con Lewis Hamilton. El británico, que después de la victoria en Canadá está pleno de confianza, quiere mantener el liderato para llegar al Grna Premio de Gran Bretaña en quince días en lo más alto.
No obstante, y aunque cada vez es más improbable, todavía se puede dar un octavo ganador este año, algo que pasaría a los anales de la historia de la Fórmula 1. Si se cumple lo que hemos visto durante los primeros meses, alguno de los dos Lotus, Michael Schumacher o incluso Sergio Pérez pueden sorprender y llevarse una victoria ansiada por todos ellos, cada uno por diferentes motivos. Por un lado, Romain Grosjean quiere reivindicar su papel.
Después de su nefasto final de 2009, cuando sustituyó al olvidado Nelsinho Piquet, en su regreso a la Fórmula 1 ha conseguido dos podios, un cuarto y un sexto puesto, además de tres abandonos. Su solvencia a los mandos de un Lotus que se prevé que funcione razonablemente bien en la pista de la Malvarrosa es un buen argumento para apostar por él. No obstante, si hay alguien que tiene ansia de victoria, aunque por su cara no se vea, ese es Kimi Räikkönen. Su vuelta a la Fórmula 1 ha sido una de las más sonadas, y es otro de los que ha tocado con la punta de los dedos la victoria.
Quien necesita un buen resultado como el comer es Michael Schumacher. Se ha especulado con mil y un motivos por los que el ‘káiser’ no encuentra su hueco esta temporada, pero después de cinco abandonos en siete carreras, y sólo dos puntos en su bolsa, el piloto alemán lleva una losa de presión encima mucho mayor de la que ha tenido en toda su amplísima carrera.
¿Y si Felipe Massa se reivindica con un podio o, con mucha suerte, una victoria? Los nombres de su sustituto en Ferrari le siguen rondando la cabeza, e incluso el propio Alonso tuvo que responder acerca del tema. El español, simplemente, confirmó que, si bien no tiene derecho de veto, sí puede opinar acerca de quién será su compañero en Ferrari. El brasileño sigue sin ‘mojarse’ en el champán de los puestos de honor, y ya suma la friolera de 28 carreras ya no sin victoria, sino simplemente sin subir al podio. Ahora ha recuperado la forma y la confianza, y un nuevo trofeo, sea del puesto que sea, puede ser el golpe de moral definitivo para ganarse su cada vez más improbable renovación.
Todos ellos tendrán que combatir en medio de un escenario asfixiante. El caluroso verano que se preve que tueste la península ibérica este año arranca en Valencia. Playa y sol, sobre todo mucho sol, para la disputa de la octava carrera de la temporada más imprevisible de la historia de la Fórmula 1.