Vettel acaricia el tetracampeonato

Sebastian Vettel victoria Corea 2013Sebastian Vettel sale de Corea con la calculadora en la mano: necesita una victoria en Japón y esperar a que Alonso sea noveno o peor, en cuyo caso se proclamará tetracampeón del mundo e igualará el número de títulos de Alain Prost, a una edad en la que el francés ni siquiera había logrado su primera victoria en un Gran Premio.

El dominio de Vettel en este Gran Premio de Corea ha sido, simplemente, total. Su segundo Grand Chelem (pole, victoria, vuelta rápida y líder de principio a fin) consecutivo, cuarto de su carrera deportiva, es buena muestra de que estamos en una era dominada absolutamente por él, y que las carreras que quedan son un mero trámite que pasar. Pese a tener dificultades con los neumáticos, como todos los pilotos, Vettel ha conseguido esquivar todo tipo de incidentes y ni siquiera los dos ‘safety car’ han puesto en peligro su octava victoria de la temporada.

Por detrás de él, acabaron un Kimi Räikkönen que supo solventar una complicada carrera y un Romain Grosjean muy batallador y que acabó un tanto frustrado. El francés estuvo acosando a Vettel durante buena parte de la carrera, pero entre los ‘safety car’, la estrategia acertada de su compañero y su excesivo ímpetu, se tuvo que conformar con el tercer puesto. Tales eran sus ganas de acabar lo más arriba posible que acabó muy enfadado cuando no le permitieron en su equipo pelear con Räikkönen por el segundo puesto. Alan Permane, Director de Operaciones en pista del equipo Lotus, le respondió que se calmase y que no se le ocurriera quejarse. «Ya hablaremos después. Muestra una gran sonrisa en el podio», le ordenó.

El héroe Hülkenberg, la pesadilla de Alonso

Corea ha dejado a otro gran protagonista, al margen del propio Vettel o los pilotos de Lotus que le acompañaron en el podio. No fue un habitual en la parte alta de la tabla, pero sí un corredor que merece una montura mucho mejor de la que tiene a día de hoy: Nico Hülkenberg. Después de cuajar una gran actuación el sábado, el domingo se convirtió en el invitado especial en la lucha por alcanzar el podio. Primero, supo frenar a Fernando Alonso, después a Lewis Hamilton y al final el ataque combinado de ambos. “Es alucinante la tracción que tiene”, afirmaba Hamilton por radio a su equipo.

El alemán de Sauber, que a día de hoy no tiene garantizado su futuro en la Fórmula 1 pese a que su nombre suena muy fuerte para incorporarse a Lotus y al que Ferrari rechazó, demostró que en este Gran Premio los monoplazas de licencia suiza se adaptaron a la perfección. El propio Alonso sufrió en sus carnes durante toda la carrera cómo se veía imposibilitado para pasarle, ni en recta donde eran mucho más rápidos, ni en curva, donde Hülkenberg demostró que tiene calidad de sobra para dar el salto, de una vez, a un equipo puntero.

Aunque Hülkenberg fue la aguja que pinchó el globo de la ilusión de Alonso por el podio, lo cierto es que el español no empezó de la mejor manera posible. Por primera vez en seis carreras, Alonso no ganó posiciones en la salida. De hecho, a punto estuvo de quedarse fuera de carrera en la tercera curva, cuando su compañero Massa trompeó y se quedó a escasos centímetros de llevarse por delante al piloto español, que lo esquivó con un magnífico y certero giro de volante. A partir de entonces, comenzó su persecución hacia Hülkenberg.

El incendio de Webber y el ‘todoterreno de seguridad’

Justo cuando estaban empezando las segundas paradas, y con la atención totalmente puesta en la batalla por el quinto puesto entre Hülkenberg, Alonso, Räikkönen y Webber, los ojos tuvieron que irse un poco más atrás. Aunque los problemas de ‘graining’ y de excesivo desgaste estaban acosando a todos los pilotos, pocos esperaban que, de nuevo, viéramos saltar por los aires uno. Fue el delantero derecho del McLaren de Sergio Pérez, que estaba peleando por entrar en los puntos, y cuya banda de rodadura salió por los aires. Mark Webber, que acababa de parar en boxes, fue adelantado por Lewis Hamilton cuando lo esquivaba, momento en el cual pinchó.

La salida del ‘safety car’ se hizo imprescindible, ya que los comisarios debían retirar los trozos de goma del neumático perdido de Pérez. No pasó ni una vuelta tras la reanudación de la prueba, cuando Mark Webber, a la salida de boxes tras sustituir el neumático pinchado, se encontró con Adrian Sutil. El Force India embistió al Red Bull por detrás, provocando no sólo que Webber tuviese que detener su coche, sino que además tuviese que ver cómo salía ardiendo. La desesperación del australiano se hizo patente en sus posteriores declaraciones, en las que no dudó en acusar a Pirelli de no preocuparse de la seguridad de los pilotos. El incendio pilló desprevenidos a todos, incluidos los responsables de la pista, que hicieron salir al coche de los bomberos antes que al coche de seguridad, dejando una estampa un tanto curiosa: un todoterreno liderando una carrera por delante de los monoplazas de Fórmula 1. La carrera se reanudó sin problemas, por fin, y mientras Vettel iba hacia su octava victoria de la temporada y Raikkönen y Grosjean protagonizaban la lucha fratricida, Alonso y Hamilton se enzarzaban en una bonita lucha por ver quién podía alcanzar el quinto puesto. Al final, la ventaja fue para el británico, que antes había visto como a su compañero Nico Rosberg se le descolgaba el alerón delantero delante de sus narices.

En definitiva, no fue una carrera fácil para nadie. Excepto para Vettel. Para él, ganar se ha convertido en un juego de niños.

Corea en pequeñas dosis:

Ritmo imposible de Vettel

Desde el inicio, Sebastian Vettel controló a la perfección la carrera. Pese a que le ordenaron por radio que tuviese cuidado con los neumáticos, el alemán acabó consiguiendo su segundo Grand Chelem (pole, victoria, vuelta rápida y líder de principio a fin) consecutivo.

Mala salida de Alonso

Desde el Gran Premio de Gran Bretaña, Alonso había ganado, al menos, una posición en la primera vuelta de cada carrera. Este domingo acabó con esa racha, y a punto estuvo de tener que abandonar si Massa, al trompear, le hubiera embestido.

Pirelli, en el ojo del huracán

Los neumáticos, nuevamente, han sido protagonistas. Además de las palabras de Paul Hembery hacia Alonso (“debería aprender de Vettel”), por las que se tuvo que disculpar, el reventón de Pérez y el pinchazo de Webber -y posterior incendio- volvieron a poner entredicho su seguridad.

Hülkenberg, el héroe del día

Su sonrisa después de la carrera lo decía todo. Nico Hülkenberg fue un auténtico titán en Corea, aguantando a Alonso y a Hamilton, nada menos, y consiguiendo un fantástico cuarto puesto. Sorprende que, pese a su innegable calidad, no tenga sitio asegurado en 2014.

El gafe de Webber

Nada le ha salido bien a Mark Webber este fin de semana. El australiano estaba remontando cuando se encontró con un inoportuno Safety Car y después con un pinchazo que le obligó a parar de nuevo. Sutil le embistió y su Red Bull salió ardiendo. ¿Por qué siempre a Webber?

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