Fernando Alonso debía no perder de vista a Sebastian Vettel en la parrilla de salida. Y, justo eso, fue lo que falló. El alemán sumó la pole número 36 de su carrera deportiva, con un dominio aplastante, de los que no se recordaban desde hace mucho tiempo. De hecho, habrá que inventar un nuevo término si este domingo gana y hace la vuelta rápida, ya que el Grand Chelem se quedará corto.
Después de dominar en las tres sesiones de entrenamientos libres, también se llevó los mejores tiempos de las tres tandas en la clasificación del GP de Estados Unidos. Austin (Texas) se adapta a la perfección a las características del Red Bull, y Vettel, que cumple 100 grandes premios este fin de semana, se presenta imparable como hacía mucho que no se le veía.
Y lo tiene todo a favor para, además, poner la guinda de este fin de semana con el tricampeonato. Su único rival, Fernando Alonso, se clasificó en novena posición, aunque saldrá octavo por una sanción a Romain Grosjean. Si se mantiene este resultado este domingo, Vettel conquistará su tercer título del mundo y no hará falta esperar a Brasil para conocer la resolución de este campeonato.
Se prevé una salida muy accidentada. A la primera y emocionante primera curva, después de más de 40 metros de subida, hay que añadir la presencia de pilotos con un expediente un tanto polémico en las salidas. Uno de ellos es Grosjean, que sustituyó la caja de cambios y fue sancionado con las correspondientes cinco posiciones en parrilla.
Partirá noveno, justo por detrás de Alonso y por delante de Pastor Maldonado, otro de los ‘cocos’ a evitar en las arrancadas. Es decir: dos de los corredores más peligrosos junto a los que salir, a priori, son los que tendrá en su retrovisor el piloto español.
La decepción era palpable en Ferrari. Ingenieros, mecánicos, jefes y, por supuesto, los corredores, no esperaban quedar tan lejos de los tiempos de Sebastian Vettel. Los problemas para calentar los neumáticos, un hándicap que han tenido que superar todos los pilotos, no solo los de rojo, fueron especialmente crueles con Alonso, al que incluso aventajó Felipe Massa.
Muy elocuente fue ver al piloto español abortar su penúltima vuelta en la Q3 y dedicarse a hacer ‘eses’, con el objetivo claro de que los neumáticos cogieran temperatura. Salir con un juego de gomas usadas no fue la solución para los problemas de rendimiento a una vuelta, y pese a que Alonso afirmaba que esto era lo previsto, lo cierto es que fue uno de los pocos corredores que empeoraron su vuelta en la tanda definitiva con respecto a la Q2. Él, Massa, Hulkenberg y Maldonado rodaron más rápidos en la sesión intermedia que en la definitiva, y Alonso no está en condiciones de perder la más mínima ventaja sobre Vettel.
El español, no obstante, tiraba de su habitual optimismo. Pese a que el lenguaje no gestual de sus compañeros de escudería denotaban un abatimiento propio de quien se sabe perdedor en un duelo, Alonso afirmaba que está seguro de que podrá recortar puntos a sus rivales.
«Seguramente hay que ver cómo es la arrancada y ver cómo es la carrera. Si (Vettel) gana aquí y gana en Brasil, será campeón merecidamente, porque nosotros estamos luchando por entrar en la Q3. Aunque, no se por qué extraña razón, creo que vamos a recortarle puntos. Así que soy optimista», afirmó al micrófono de Antena 3.
Le quite o no le quite puntos a Vettel, lo primordial es alcanzar, al menos, el cuarto puesto. El alemán tiene opciones de ser campeón si queda en el podio, algo relativamente fácil visto lo visto. Si gana Vettel, Alonso debe ser cuarto; si Vettel es segundo, Alonso debe ser octavo; y si Vettel es tercero, Alonso debe puntuar para llegar a Interlagos con opciones matemáticas de proclamarse campeón del mundo.
Más allá de las cuentas que haya que hacer, algo no funciona como es debido en Ferrari. Ver a Massa por delante de Alonso en la tabla de tiempos deja a las claras que las novedades que ha llevado la Scuderia a Texas no han funcionado como estaba previsto. De hecho, el propio Alonso afirmaba que están en una situación muy similar a la de Abu Dabi.
HRT entra… por poco
Parte de protagonismo también se llevaron los pilotos de atrás, en especial Pedro de la Rosa y Narain Karthikeyan. Ambos estarán en la parrilla de salida después de haber superado el reglamentario 107% del tiempo. Este fantasma parecía ya olvidado desde que en la primera carrera de la temporada, la de Australia, no pasasen el corte y se quedasen sin competir en la carrera.
Sin embargo, en palabras de Pedro de la Rosa, el circuito de Austin saca a la luz las notables carencias del F111, y más en medio de la profunda crisis institucional que atraviesa la escudería española. La Q1 tuvo como protagonista final a Narain Karthikeyan, que nada más marcar su mejor tiempo, se quedó parado fuera de pista y provocó una bandera amarilla que a punto estuvo por dejar eliminado a Nico Rosberg.
Sorprendente fue ver también a los Marussia por delante de los Caterham, que también sufrieron lo suyo para alcanzar el nivel óptimo de competitividad con unas Pirelli demasiado conservadoras para lo que nos tenían acostumbrados esta temporada. Sin embargo, el duelo que tendrá a todos en vilo se vivirá muy por delante.
Vettel, pese a afirmar que no mira aún los puntos, es muy consciente de sus opciones para proclamarse campeón. Por eso, no arriesgará lo más mínimo y solo los McLaren -Hamilton estuvo a punto de dar la sorpresa y arrebatarle la pole- parecen en condiciones de poder discutir el dominio a los Red Bull. Mientras, a Alonso le tocará remontar, como de costumbre.