Dice el refrán que nadie es profeta en su tierra y debe tener mucha razón, porque Sebastian Vettel se ha quedado sin el premio a deportista del año en Alemania después del dominio absoluto que ha ejercido este año en la F1, superando el récord de poles que mantenía Nigel Mansell desde 1992.
El piloto de Red Bull cerró 2011, además de con 15 poles, con un total de 392 puntos, consiguió 11 victorias, se subió 17 veces al podio en 19 carreras y, exceptuando el abandono de Abu Dhabi por un pinchazo, su peor puesto fue el cuarto conseguido en el Gran Premio de Alemania.
En una gala celebrada en Baden Baden, el ganador del premio fue la estrella de la NBA Dirk Nowitzki, que juega en los Mavericks de Dallas y se convierte así en el primer jugador de baloncesto alemán en recibir este honor.
«Después de tantos años, este es el mejor año de mi carrera», dijo el jugador de 33 años visiblemente emocionado en la gala televisada.
El premio lo decide un jurado de 1500 periodistas deportivos, Vettel terminó en un cercano segundo lugar. Supongo que en la consideración de estos periodistas pesó como una losa lo logrado por su compatriota Michael Schumacher años atrás y por tanto la buena temporada de Vettel se vio un poco ensombrecida.