Sebastian Vettel firmó el mejor tiempo en la primera jornada de entrenamientos de F1 en la historia del circuito de Austin. El piloto alemán demostró en pista que el divertido -o eso han dicho los pilotos- y novedoso trazado texano se adapta a la perfección a las condiciones del Red Bull con el que pretende lograr -su primera opción es este mismo domingo- su tercer título consecutivo.
Vettel cuajó una sesión prácticamente perfecta, aunque no fue un día exento de problemas para el líder del Mundial. Después de marcar una espectacular vuelta al final de los primeros libres que dejó blancos a todos sus rivales, en los segundos tuvo que ver desde boxes buena parte de la sesión.
Los mecánicos de Red Bull tuvieron que afanarse para encontrar y reparar un problema en la bomba de agua del RB8 que les llevará al campeonato de constructores este domingo, si logran al menos cuatro puntos. A falta de poco más de media hora, Vettel salió a pista y después de readaptarse al sinuoso trazado americano, se colocó primero en la clasificación sin apenas sudar.
Por detrás de él, el otro Red Bull, el de Mark Webber. La única conclusión posible es que, para desgracia de Fernando Alonso, se cumplirán las expectativas y serán sus grandes enemigos en este circuito.
Alonso acabó con el tercer tiempo de la jornada, una posición que seguro que firmaría en la sesión de clasificación de este sábado. El piloto español, que ha probado las novedades que ha llevado Ferrari a Austin para intentar paliar los problemas de rendimiento que tiene con respecto a Red Bull, se quedó a siete décimas del tiempo de Vettel, un mundo que hace pensar que, de nuevo, no habrá opciones de batir al germano por la pole. La cara de la moneda es que, al menos, se quedó a apenas 12 milésimas del tiempo marcado por Mark Webber.
Una pista de patinaje
Si hubo una imagen recurrente durante el estreno de la pista de Austin, esa fue la de un monoplaza deslizándose hacia fuera de la pista. Pirelli ha llevado unos compuestos demasiado duros para esta prueba, y eso, unido a una pista demasiado resbaladiza, provocó muchas salidas y algunos sustos, todos ellos sin mayores consecuencias.
De hecho, los incidentes más graves fueron por problemas mecánicos, como la llamarada del Williams de Maldonado, o por un error de pilotaje, como el que protagonizaron Kovalainen y Vergne. El finlandés acabó con un neumático pinchado cuando se tocó con el morro del Toro Rosso del francés, en una acción que más parecía de carrera que de unos entrenamientos libres.
La temperatura juega en contra de los pilotos para esta carrera. En los primeros entrenamientos libres algunos corredores hablaban de «pista de hielo», más como queja que como detalle, y aunque en los segundos libres mejoró, pocos pudieron completar el programa previsto.
No solo Vettel se quedó sin rodar todo lo que deseaba, sino también otros, como Fernando Alonso. Ferrari se lamentaba de que el español no pudo hacer tandas largas cargado de combustible, o lo que es lo mismo, una simulación de ‘stints’ de carrera, que es donde pretenden acabar con el dominio de Red Bull.
Aunque la ‘pole’ es prácticamente inalcanzable, la mejoría entre los primeros y los segundos libres invitan a un cierto optimismo para los de Maranello, que no obstante se saben aún por detrás de los de Milton Keynes.
Decepción en HRT
Otro de los equipos en problemas, y estos más que serios, es HRT. La escudería española ha tenido todo tipo de dificultades para adaptarse a Austin, y parece que la situación empresarial que atraviesan está afectando más de lo deseable en pista. En los primeros entrenamientos libres no salió a pista Narain Karthikeyan, sino el chino Ma Qing Hua, que puede servir como punta de lanza para intentar atraer a un posible comprador para la escudería desde el país asiático.
En esta primera tanda, ni él ni Pedro de la Rosa dieron muestra de poder pelear, no ya con los Marussia, sino al menos por entrar en el corte del 107% en la clasificación. En los segundos, con el indio ya en pista junto al veterano español, los tiempos mejoraron y sí superaron el mínimo exigido, pero las caras de decepción eran notables. Ni los pilotos, ni ningún miembro de HRT, tiene la cabeza en Austin.
Para la clasificación no se esperan muchas sorpresas. Solo una súbita mejora de McLaren, que se quedó en tierra de nadie por detrás de los Red Bull y de Alonso, le puede poner un poco de picante a la sesión de este sábado. A menos que la mecánica o un despiste se lo impidan, Vettel cabalga firme hacia su ‘pole’ número 36, algo que Alonso, lamentablemente para él, solo podrá mirar resignado.