Sebastian Vettel se alzó con la victoria en el Gran Premio de Malasia 2013, por delante de su compañero de equipo Mark Webber y del piloto de Mercedes Lewis Hamilton, aunque la alegría del podio brilló por su ausencia, el enfado del australiano era considerable, la lucha con su compañero en las últimas vueltas no fue todo lo limpia que se esperaba.
Antes de la carrera llovió durante unos minutos, y a pesar de que la pista se iba secando, todos los pilotos optaron por salir con neumáticos intermedios. Una buena parte del trazado estaba casi seca durante la vuelta de formación, pero algunas curvas acumulaban mucha agua.
Semáforo en verde, Vettel mantiene la posición, Alonso le gana la posición a su compañero de equipo y se pone a rebufo del RB9. En la llegada a la curva 2, el Ferrari F138 se toca con la parte trasera del Red Bull y rompe el alerón delantero, que se queda descolgado. Mientras Webber hace una gran salida y remonta hasta llegar a Alonso.
Fernando hace la primera vuelta y no entra en boxes para cambiar el alerón delantero, tratando de aguantar algunas vueltas y esperar a que la pista se secase un poco para poner neumáticos de seco, tratando de minimizar los problemas generados por la rotura del alerón.
Llegada a recta de meta, Webber pasa sin demasiados problemas a Alonso y al piloto asturiano se le descuelga el alerón, se mete debajo del monoplaza y termina en la grava de la escapatoria de la curva 1, aquí termina su carrera número 200.
Y si la carrera comenzaba caliente iba a terminar todavía más. Los Red Bull se pusieron al frente, seguidos por los Mercedes, precisamente los coches que más degradación sufren de neumáticos, está claro que la lluvia, y en consecuencia la bajada de temperatura de la pista, ayudó claramente a que Red Bull lograse el doblete de hoy en Sepang.
Los instantes finales de carrera fueron realmente tensos, en los muros de Red Bull y Mercedes todos se mostraban preocupados. Por una parte lucha por la victoria entre Webber y Vettel, que a punto han estado de tocarse, aunque para los aficionados resultó una batalla interesante. Finalmente Vettel logró pasar a Webber y llevarse la victoria.
Por detrás casi más de lo mismo, aunque aquí si se respetaron las órdenes de equipo. Rosberg presionó a Hamilton, en la lucha por el último escalón del podio, pero desde el muro le pidieron que mantuviese la posición, mientras Hamilton trataba de ahorrar combustible, de ahí que fuese tan lento el campeón de 2008.
Pero si en Mercedes veían controlaron la situación, tanto Hamilton como Rosberg lo reconocían y hablaban de ayudar al equipo, no sucedió lo mismo en Red Bull. En el podio saltaron chispas entre Vettel y Webber, el piloto alemán hablaba de una buena carrera para el equipo, pero el australiano dejó caer que no se habían respetado las órdenes del equipo.
En sus palabras se intuía que el equipo le pidió que bajase el ritmo, que la carrera ya se había terminado, probablemente Christian Horner quería evitar un desastre como el de Turquía en 2010, cuando ambos coches se tocaron y se quedaron fuera luchando por posición. Pero parece que las ansias de victoria de Sebastian Vettel fueron más fuertes, se saltó las órdenes del equipo y pasó a su compañero.
Habrá que ver como gestiona ahora esta situación el equipo de las bebidas energéticas. Tanto uno como otro han iniciado una guerra, por un lado Vettel desobedeciendo en pista, por el otro Webber sacando su enfado a relucir públicamente. La realidad es que hoy debería haber sido un gran día para el equipo Red Bull por el enorme botín de puntos que se han llevado.
Sebastian Vettel se pone al frente del mundial con 40 puntos, seguido de Kimi Raikkonen con 31 y Mark Webber con 26. Y en el mundial de constructores, Red Bull manda con 66 puntos y Ferrari y Lotus empatan con 40. Ahora tres semanas de descanso hasta el Gran Premio de China 2013.