El piloto australiano de Red Bull Mark Webber ha descrito las últimas polémicas técnicas en las que se ha visto involucrado su equipo como una «táctica» que han desplegado los equipos rivales contra ellos, y afirma que ser los vigentes campeones hace que el foco de atención esté siempre más centrado en su coche que en el resto de la parrilla.
Esta semana, desde Ferrari han replicado a las acusaciones del asesor de Red Bull, Helmut Marko, de que famoso equipo italiano también había usado el ajuste manual de la suspensión en su monoplaza de 2012.
La aseveración de Marko viene seguida de la polémica técnica más reciente que involucra nuevamente a Red Bull, el ajuste manual de la suspensión, que en el caso del RB8 se sospecha podría haber sido hecho en parque cerrado entre clasificación y carrera.
Pero no ha sido la única, antes los mapas motor o los agujeros en el suelo del coche, entre otras, han colocado a la FIA en la tesitura de tener que hacer evaluación de los ingenios de Adrian Newey pero de momento siempre han fallado en contra de Red Bull.
El piloto australiano, sin embargo, dijo que hay un montón de rumores que van de un lado a otro del paddock, aunque las que implican a su equipo, por ser los vigentes campeones, siempre acaparan más atención.
«Sé que al resto de equipos se les ha pedido hacer revisiones en sus coches», dijo a la agencia de noticias austrliana AAP. «Pero no están en boca de todos y algunos de los nuestro si lo están. Los de Red Bull siempre aparecen en los medios de comunicación».
Webber dijo que esas polémicas no son más que una «táctica» desplegada por los rivales de su equipo: «Es una táctica bastante aburrida, bastante predecible. En su pequeña burbuja, si lo que quieren es eso, es genial».
Y Webber, actualmente segundo en la clasificación de pilotos por detrás de Fernando Alonso, predijo que habría más polémicas con Red Bull en el futuro.
«Habrá algo más, te lo prometo, pero siempre vamos a pasar cada una de las pruebas», dijo en Londres, donde se está siguiendo algunas de las pruebas Olímpicas aprovechando el parón veraniego de la F1 en agosto.