Cuando los pilotos de McLaren comenzaron su lucha por posición en Sakhir, desde el muro resistieron la tentación de zanjar la pelea con una orden de equipo que pusiese paz entre Jenson Button y Sergio Pérez en la pista.
Button se mostró bastante enfadado por la agresividad mostrada por su compañero de equipo y más tarde el jefe del equipo reprendió al mexicano porque su pelea podría «haber dañado la rueda trasera de Jenson y roto su alerón delantero».
Pero Whitmarsh dijo sentirse orgulloso de no haber lanzado una orden de equipo, tal y como hicieron Red Bull y Mercedes en el reciente Gran Premio de Malasia, que desencadenó la polémica del multi-21.
«Tenía un montón de gente que sugería de debería pararlos. No lo hicimos», dijo Whitmarsh. «Creo que era lo correcto a largo plazo, para que los pilotos se den cuenta de que están compitiendo entre ellos y deben ser competitivos».
«Lo hemos visto algunas veces este año, el piloto que está detrás siempre va a pensar que él era más rápido y que se le está perjudicando», añadió el jefe de McLaren.
Añadió que romper con la política de igualdad estricta entre pilotos no habría sido la decisión correcta: «Ellos están ahí luchando y no se les puede decir de repente, a mitad de carrera: Oh por cierto, no quería decir eso. No luchéis porque es algo incómodo para mi».
Lewis Hamilton, ex piloto de Woking, implicado en una de las contiendas, cuando su equipo protegió su posición de su compañero Nico Rosberg y logró entrar en el podio de Malasia, respaldó la postura de su ex jefe.
«Eso es lo bueno de Martin», dijo el campeón del mundo de 2008 al Telegraph. «Permite que sus pilotos puedan competir, no cambia a mitad de carrera».
Pero el veterano piloto brasileño Rubens Barrichello tiene una visión diferente. En su análisis de la carrera para la televisión brasileña dijo que «McLaren estaba intentando diferentes estrategias para separar la lucha de sus pilotos, sino cinco vueltas más tarde estarían luchando otra vez».