Después del aplastante dominio de Red Bull en la clasificación de Melbourne este sábado, Martin Whitmarsh ha sugirido que el RB6 podría tener oculto un sistema de control de altura del monoplaza que le permitiría pegarse al asfalto cuando están descargados.
Con la nueva normativa de 2010 que prohíbe el respostaje durante la carrera los monoplazas deberían rodar durante la clasificación, donde usan poca gasolina, con el fondo del coche muy separado del asfalto, pues cuando el coche sale cargado en la salida la altura debe ser suficiente para soportar el peso adicional del combustible y no arrastrarse sobre la pista.
Sin embargo, durante la emisión de la sesión de clasificación del Gran Premio de Australia 2010, en algunas secuencias, el coche de Mark Webber parecía ir prácticamente pegado a la pista con el coche descargado, lo que levantado la polémica en el paddock de Albert Park.
El jefe de McLaren, Martin Whitmarsh, fue uno de los que comentó el asunto, y dijo a la BBC que ya en Bahrein habían notado lo mismo, por lo que se preguntaba como era posible que luego en carrera los Red Bull no fuesen «arrastrando el fondo con el tanque lleno».
Ante esta situación, considera que esto es «una prueba de que están montando un sistema de control de altura», que de estar en uso «mucha gente lo habría considerado como ilegal».
Con la continuación del uso del difusor trasero, unido a la aprobación del sistema de conductos de aire de McLaren en Bahrein, una solución que Sauber ya ha ensayado el viernes en Melbourne, se ha dado el pistoletazo de salida en una nueva guerra para controlar las soluciones implantadas en el resto de coches de la parrilla.
Whitmarsh confirmó que McLaren ya está «trabajando muy duro» en un sistema de control de altura como el de Red Bull y «esperamos que en China ya podamos tener algo montado en el coche».
(GMM)